
- ¿Y tú donde estabas? – preguntó Courtney cuando vio a su hermano entrar a la casa.
- Es una larga historia – contestó Beckett.
- ¿Qué larga historia?
William meditó unos segundos si debía o no contarle a su hermana lo del viaje de Mike. Decidió que lo haría pero cambiando la versión de la historia; todo para que llegara a los oídos de Antonia y se decidiera a hacer algo.
- Fui con Mike a la agencia de viajes, pues se va a Nueva Zelanda mañana por la mañana – mintió.
Courtney apagó la televisión y se incorporó de inmediato del sofá.
- ¿Cómo? Pero… y Anto, o sea ¿Por qué?
- Pues se sentía mal por todo ese asunto y no lo sé… lo vi bastante confundido.
- Pero Antonia no sabe, se va a morir – susurró su hermana.
- Ahá…– hizo uno pausa – Permiso voy a tomar desayuno ¿Quieres algo?
- No, voy a vestirme, gracias.
William sabía que después de eso su hermana iría a contarle todo a Antonia. Esperaba ansioso que las cosas salieran como las “planeó”, si no, Carden lo mataría.
Entró a la cocina y preparó algo de café; minutos después Cour bajó las escaleras avisándole que sacaría el coche y volvería en un rato más. Al parecer todo iba por buen camino.
Prendió el motor y aceleró frenética. En pocos minutos llegó al depa de su amiga.
- Menos mal que hoy no tienes trabajo – dijo Courtney en forma de saludo.
- Wow ¿Cómo estás? Pasa…
- Estoy bien, pero no sé como vas a estar tú después de que te diga… lo que tengo que decirte – torció el gesto.
- ¿Qué pasa…? – preguntó Antonia mirándola con preocupación.
Cou dejó su chaqueta a un lado y tomó asiento frente al comedor.
- Antonia, Carden se va a Nueva Zelanda mañana por la mañana. Mi hermano me acaba de contar.
Su amiga cayó sobre el sofá observando la nada con desconcierto.
- ¿Tan luego? – tartamudeó – pero él me dijo que… o sea no me dijo nada, no me dijo cuando.
- No se si esto es bueno o malo, pero sería definitivamente bueno si te apuras y haces algo.
. ¿Y qué quieres que haga? Se va mañana, Cou. Definitivamente jamás pensé que después de lo que pasó tomaría esa decisión.
- Amiga, Carden se debe sentir muy mal.
Antonia tomó su cartera y salió junto a Courtney del departamento. Beckett la dejó a la entrada del condominio donde vivía Carden y partió de regreso a su hogar.
Un acelerado caminar hacía que el viento golpeara su pálido rostro. Su corazón latía nervioso y apenas respirando tocó la puerta del depa.
- No me contaste que te ibas mañana por la mañana. Sé que no somos nada más, pero soy tu amiga ¿No? – reclamó Antonia segundos después de que Carden abriera.
- Pasa… – le seguía los pasos desde la puerta – ¿De qué hablas?
- Pasa que llega Co… – hizo una pausa – que me enteré de que te vas mañana, Carden.
Mike comprendió inmediatamente que detrás de esto estaba William.
- Pues… sí – mintió – te dije que me iba, Anto.
- Claro, te acostaste conmigo, te enojas y todo eso y luego me vienes con que te vas.
- Anto, yo te dije antes de… lo hablamos esa misma noche.
Antonia tomó asiento e inevitablemente soltó un par de lágrimas. Sin embargo, desaparecieron rápidamente demostrando algo de dignidad.
- ¿Sabes? Ahora entiendo porque lo de nosotros nunca funcionó, Carden.
Mike se sentó a su lado.
- ¿Por qué?
- Porque ambos vivimos escapando… y las cosas no funcionan así – hizo una pausa – además…
- ¿Y por qué te escapaste tú esa mañana? – preguntó Mike – la verdad, Anto.
- Te dije que porque no sabía como íbamos a reaccionar después de eso. Ahora me doy cuenta… yo me escapo y ahora tu te vas; quien sabe que hubiera pasado si me hubiese quedado.
- Antonia ¿a qué le tienes tanto miedo? Te escapas, no me llamas, pero te acostaste conmigo. Luego peleamos, no nos hablamos y te enteras de que me voy y vienes a mi departamento a reclamarme, en cierto modo. No entiendo nada ¿Te interesa todo este lío tanto como a mí?
- Claro que me interesa o tú crees que qué – suspiró. Pensó unos segundos y abrió la boca para hablar. Había llegado el momento – Mike yo te amo. No sé si eso cambia las cosas, no sé si cambiarás de opinión, pero al menos me quedo con el consuelo de que sabes la verdad… de que te irás sabiendo la verdad y no pensando que me arranqué de ti porque significó nada para mí lo que pasó esa noche entre nosotros.
El sonido de su celular los despertó, pero ella no quiso contestar. Mike sólo la observaba en trance, o algo así, hasta que decidió hablar.
- Okay, veo que es el momento de ser sinceros… así que, bien, yo no me voy mañana, no sé quien te habrá dicho eso. La cosa es que me iba hoy, pero cuando me estaba yendo al aeropuerto en el coche de Beckett, no se cómo me convenció de que me quedara. Así que eso hice… Y yo también te amo – efectuó una pausa algo larga – te amo con todo lo que puedo amar a alguien, de verdad… si no fuera así no me hubiese quedado.
Antonia lo miró algo confundida, sin poder creer del todo lo que Mike le acababa de confesar.
- ¿Por qué no me dijiste que no te habías ido? – preguntó un poco enfadada.
- Quería ver que hacías – rió tímidamente Carden – lo siento.
Ambos se rieron después de ese comentario. Se dirigían miradas ocultas sin hacer más que jugar con las manos u observar puntos en la nada, hasta que Antonia se incorporó y se arrodilló frente a Carden tomándole por la barbilla.
- Te amo, Mike – le besó la frente.
Carden le tomó el rostro y la besó, pero sus sonrisas interrumpían a cada momento.
- ¿Te vas a quedar? – preguntó separándose de ella.
Antonia le miró traviesa, se paró del piso y arrojó su chaqueta.
- claro que sí – sonrío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario