- ¿QUÉ? – gritó Courtney – pero Anto, como no lo llamaste…
- Es que… ¡no sé! es que me cuesta. Está enfadado ahora – hizo una mueca.
- Bueno, era un poco obvio que se iba a molestar – comentó Cou.
- Pero ya hablamos – suspiró Antonia con tristeza – al menos sé que… o sea tengo la idea de que no me ve sólo como amiga.
- Ahá… al menos.
Las chicas recorrían el centro comercial haciendo algunas compras. Courtney quería ver nuevas cámaras y Antonia, ver algo de tela. Por mientras, Beckett compraba algo para comer en su trayecto hacia el estudio donde lo esperaban los chicos.
- Vamos, chicas apresúrense, tengo que llegar luego – refunfuñó Bill.
- Discúlpanos, señor ocupado – alegó Cou.
Después de pasar a dejar a Antonia y a su hermana a su casa, partió al estudio, pues ya tenían listo algo del nuevo material. Estuvieron todo el día grabando demos, y justo unos minutos antes de terminar llamó Naomi, la novia de Chizzy.
- Chizzy, te llaman – gritó Tom desde la oficina.
- Voy – contestó el chico australiano – ¿Si? – dijo cuando tomó el auricular.
- Mi amor, olvidaste tu celular – río.
- Naomi. Oh, cierto – contestó después de tocar sus bolsillos – ¿sucede algo, amor?
- No, sólo que quería preguntarte a que horas llegas…
- Pues… en unos 20 minutos. Acabo de terminar y no creo que vaya a salir con los chicos ¿Necesitas algo?
- No – sonrió para sí misma.
- Bueno – hizo una breve pausa – ¡Ah! Espera… ¿Te has sentido bien? – preguntó.
- Ahá – hizo una pausa – Bueno te dejo… Te amo, mi amor – sonrió nuevamente – demasiado.
- Yo también te amo, Nao.
Después de hablar unos detalles con Tom, Chizz guardó su guitarra y partió a casa. La noche estaba helada y conociendo a Naomi, ni si quiera estaría abrigada. Una media hora después llegó a su hogar.
- Llegué, acá estoy – dijo abriendo sus brazos.
Naomi se abalanzó sobre él, besándole la frente con delicadeza.
- Que bueno, ya te extrañaba, cosa.
- ¿Cómo te fue en el doc? – le preguntó tomándola por la cintura – ¿Morirás?
- Para tu desgracia, no – río. Pero segundos después la sonrisa se esfumó – aquí están los exámenes, Chizz – le ofreció un sobre blanco.
Chizzy la miró preocupado y abrió con delicadeza el sobre que traía los resultados.
Esos preciosos ojos iban de lado a lado leyendo con cautela lo que decía el papel; de a poco iban aumentando su tamaño, hasta que finalmente quedaron postrados en una frase. Sus labios se abrieron dejándolo boquiabierto.
- Naomi – suspiró.
- ¿Si? – contestó su novia con un hilo de voz.
- Voy a ser papá.
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