lunes, 6 de julio de 2009

Capítulo #24: Life should not be that way.


La luz penetrante del sol que entraba por la ventana obligó a Carden a despertar por segunda vez, pero al voltear no había ninguna espalda desnuda.

- ¿Antonia? – gritó un poco asustado.

Se incorporó y se vistió con algo de lo que encontró botado. No había rastro de ella por ninguna parte, lo único que encontró fue la copia de las llaves del departamento sobre el velador.

Un repentino dolor en el pecho muy parecido a la angustia apareció a penas observó las llaves sin ninguna nota que explicara que sucedió ¿Podría no haber significado nada para Antonia todo lo que sucedió la noche anterior? Terminó de ponerse el resto de la ropa y partió a su departamento. Su celular comenzó a vibrar y con ansias lo buscaba en sus bolsillos, pero toda emoción se extinguió al ver que quien lo llamaba era Beckett y NO otra persona.

- ¿Si? – contestó.

- Mike ¿quieres venir a almorzar a mi casa? Mi mamá se fue de viaje y Cou no está; y bueno… sabes que no me gusta mucho estar solo – dijo Beckett – invité a Chizz, hace tiempo que no lo veo.

- Ahá, emm… voy a ir a ducharme y me voy para allá. No sé ni que hora es – dijo con voz agotada.

- Son las 12.46.

- Bien, bueno. Nos vemos.

- Adiós, Carden – se despidió Beckett.

- Adiós.

Después de tomar una ducha rápida, se dirigió a la casa de William, que lo esperaba ansioso, pues nunca le había gustado estar sólo en casa por mucho tiempo.

- Aquí estoy.

- Por fin – rió Will dándole la mano en forma de saludo.

- ¿Por qué no viajaste también? – preguntó Carden achicando sus ojos con curiosidad.

- Pues, tengo sicólogo y no lo sé. Ni ganas tengo de viajar... venimos llegando de un tour ¿No?

- ahá, bien. Sí.

- Y tú… que hiciste anoche – peguntó Will mientras abría un paquete de pasta – pensé en llamarte pero… algo me dijo que no lo hiciera.

Mike sabía que tarde o temprano iba a tener que contar lo que sucedió, así que tras tomar una bocanada de aire, empezó a relatar poco a poco lo que había pasado la noche anterior.

- Pues…

- ¿Saliste con Anto? – le interrumpió Bill.

- Más… más o menos –contesto Mike algo nervioso – lo que pasa es que le ofrecí llevarla a su depa, y de ahí me invitó a pasar.

Sus pómulos inconcientemente se tornaron rojos y sin que se diera cuenta, su voz temblaba en cada palabra.

- Carden ¿Anto te dijo que pasaras a su depa? – preguntó con asombro Beckett – o sea es normal, pero no me puedes venir ahora, con que no pasó nada.

- Eso es exactamente lo que te iba a contar… – hizo un pausa dirigiéndole una mirada totalmente expresiva a su amigo – nosotros…

- Ok – contesto Bill instantáneamente… ustedes, ya.

- La cosa es que… cuando desperté ella ya no estaba – bajó la mirada – y no sé que significa eso.

William frunció el ceño.

- A lo mejor fue por su trabajo. Tú sabes que Anto tiene que estar en la oficina a las 7.30.

- Sí, si. Pero solo me dejó las copias de la llave del depa y nada más. No sé, por último que me despierte… o algo así.

- Ahá, sí claro. Te entiendo… – suspiró su amigo. De todas formas no la has llamado ¿No?

- No, es que no sé como tratarla. No sé si significó tanto para ella lo que pasó a noche.

- Oh, vamos Mike. Obvio que sí… yo creo que a lo mejor se asustó.

Segundos después sonó el timbre. Era Chizz.

- Tanto tiempo – lo abrazó Carden – ¿Cómo está tu novia?

Chiz se quitó la chaqueta e hizo una mueca de preocupación.

- La verdad… no muy bien, se marea mucho. Pero ahora está en el doctor. Se fue a hacer unos exámenes… – suspiró – espero que no se trate de nada malo.

- Nada de eso – dijo Will que servía la comida – vamos chicos, siéntense.

Estuvieron gran parte de la tarde sacando temas que Bill había escrito. Los temas del nuevo disco. Este sería el cuarto y esperaban que fuera tan exitoso como los tres anteriores.

- No, es un sol en esa parte – inquirió Beckett – pero si le agregas un…

El sonido de la cerradura de la puerta de entrada a la casa los sacó de onda.

- ¡Hola! – dijo Cour – vengo llegando de super, traje cosas para comer.

- Hola – respondieron los tres – ¿te ayudamos en algo? – agregó Chiz.

- No pues me están ayudando ya.

Y justo cuando pronunció esas palabras, entró Antonia con unas bolsas apenas. Los verdes ojos de Mike se abrieron descomunalmente, perdiendo la tranquilidad que le había costado tanto cultivar durante la tarde.

- Hola – dijo Antonia mirando fijamente a Mike que hacía lo mismo.

Antonia y Courtney pasaron rápidamente a la cocina para ordenar pero los chicos las siguieron para ayudarles. Chiz contestó su celular y partió a casa, su chica ya había llegado de hacerse los exámenes y quería pasar con ella lo que quedaba de día.

Beckett y Courtney siguieron ordenando las compras en forma lenta tratando de alejarse lo más posible de Carden y Antonia. Finalmente lograron dejarlos solos.

- Aquí tienes la copia de tu llave – dijo Mike enfadado.

- Yo… – tartamudeo.

- No. En serio, no me digas nada – inquirió Carden.

- Pero Mike…

- ¿Si? – le interrumpió.

- Que sucede – dijo estirando la mano para tocarle el brazo.

- Nada, la verdad – se dio media vuelta y camino dos pasos – supongo que no debería sentir nada después de que me acuesto con una chica y al otro día no me la encuentro y no se nada de ella.

Antonia miraba el piso sintiendo que la culpa de calaba hasta los huesos. Sabía que debía haberlo llamado o algo así, pero tenía tanto miedo.

- Yo… lo siento. Sabía que tenía que hacerlo, pero no quise despertarte, Mike…

- Pero ni si quiera me avisaste que te ibas, no sé llamarme o algo – alegó – al parecer no significó mucho para ti.

- Basta. O sea, Mike… yo no me acuesto con mis amigos porque me simpatiza hacerlo ¿No crees? Estaba asustada, no sé… – salió a la terraza.

Mike la siguió a paso acelerado y evidentemente enfadado.

- ¿Y asustada de qué? ¿Ah?

- … Digamos que no es algo que me pase todos los días – refunfuñó – no sé si a ti. Pero al menos, a mi no.

- Tu sabes que a mí tampoco – hizo una pausa –…Asústate si hubiese pasado y yo ni si quiera te hubiese preguntado antes como te sentías… si querías o no. Pero creo que fui bastante considerado al preguntarte, y honesto al contestarte que sentía yo.

- No te estoy diciendo lo contrario… Te estoy contando simplemente que me asusté – suspiró – Son cosas que no puedo controlar. Lo siento, sí, estuvo mal dejarte así pero tú tampoco me llamaste o algo parecido.

- Ah claro ¿y tu crees que me sobran las ganas de llamar a alguien que se acuesta conmigo y después a la mañana siguiente no está? – se acercó a ella desafiante.

- LO SIENTO – repitió con desesperación – perdóname, pero como te dije no me acuesto con amigos siempre… menos cuando se trata de amigos que NO veo sólo como amigos.

1 comentario:

  1. puedo pegarle a Antonia?
    la wna se da EL gusto, deja babeandose
    a Carden y despúes se arrepienteee???

    wtf?
    xD

    amoo tu cosoooo xD

    asi ke mas te vale seguir
    capicci?
    xD

    cuida a la tarada, mas le vale
    ke atine luego mira
    ke me esta sacando canas
    cn todos los colores del arcoiris xD

    cuidate

    kisses!

    bye!

    B#~

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