sábado, 13 de junio de 2009

Capítulo #17: If nothing else matters.


Su teléfono estaba sonando. No sabía que hora era, pero concluyó que no podían ser más de las seis, pues el cielo no estaba del todo claro. Una luz blanca sobre el velador le indicó que allí estaba su celular y luego de cogerlo torpemente, contestó.

- Mike – habló William – ¿Qué sucedió anoche?

- Nada – dijo apenas – sólo… me sentía mal y me vine a casa, Will – mintió.

- No te hagas el estúpido… Cuéntame ¿Si? Estoy preocupado…

Carden aun no entendía muy bien que había pasado la noche anterior, estaba hablando por teléfono un poco dormido y cuando se dio la vuelta se encontró a Antonia dormida a su lado.

Despertó inmediatamente.

- Te llamo luego, Adiós – dijo asustado.

- Bien… Adiós.

No podía creerlo. A pesar de la hermosa escena que sus ojos estaban viendo, sentía algo de temor: No recordaba muy bien que había pasado. Pero luego de hacer algo de memoria concluyó que sólo habían dormido juntos. Nada más.

Antonia durmió hasta pasadas las 12 del día. Carden ya se había duchado y no tenía nada más importante que hacer, pues todo quedaba chico al lado de ella. Justo cuando escuchaba algo en la televisión le interrumpió su dulce voz.

- ¿Qué pasó…aquí? – susurró confundida – me siento terrible.

- Te creo, bebiste como si hubiera sido el último día de tu vida sobre la tierra – rió – pero hay unas pastillas que tengo en un cajón, si quieres…

- No, Mike… gracias. Creo que ya has hecho suficiente por mí – dijo mirando el piso nerviosa – aunque te agradecería que… – hizo una pausa – me contaras que pasó anoche.

Mike apagó la televisión y se dio la vuelta para hablarle.

- Sucede que peleamos, y estábamos ebrios… así que no me pidas tanto detalle, pues no recuerdo tanto tampoco – se recostó en su sillón – Bueno después me pediste que te llevara a casa y, no sé, llegamos a mi depa porque… estabas dormida. Vomitaste y luego… luego dormiste. Supongo.

- Vaya… ¿Y por qué estoy usando tu camisa? – añadió un poco asustada.

- No, no, no es lo que piensas. Cálmate – inquirió – Fue como verte en bikini, tuve que cambiarte. Tenías tu polera mojada y bueno, no iba a permitir que durmieras así nada más.

- Wow… ¿Y tú donde dormiste?

- Oh, vamos Antonia, no pasó nada si eso es lo que te preocupa – hizo una mueca – además no me niegues que estás pensando eso, te conozco – la miró de reojo – Me quedé dormido a tu lado y bueno… luego me llamo Will, parece y ahí desperté.

Antonia no podía creer lo que escuchaba. No le importaba mucho que Mike la viera en todas sus facetas: eran amigos de hace muchos años. Pero igual le era vergonzoso. Se trataba del chico que amaba.

- Muchas gracias, Carden… lamento si – se sentó a su lado – si dije algo estúpido anoche.

- …de nada, Anto.

El amor o la vergüenza eran tan grandes que no podían mirarse a la cara, y como una estrategia para romper el hielo, Antonia preguntó algo que ya tenía respuesta sabida.

- Mike… – giró su rostro hacia él – y ¿Por qué peleamos?

Luego de una larga pausa y de incontables muecas, Carden fue capaz de hablar.

- Bueno… tu te fuiste de la fiesta y yo te fui a buscar – se paró y comenzó a recorrer la sala de una esquina a otra – luego no querías volver y…

- …Y me dijiste que si te decía que no quería estar contigo, nunca más volverías a molestarme así.

Carden quedó helado.

- Entonces para qué me preguntas, Anto – dijo acercándose a ella.

- Te estabas haciendo el tonto. Como te conozco Carden…

- Bueno y eso… La cosa es que nunca me respondiste – torció el gesto.

Antonia se mordía el labio inferior tratando de canalizar un poco la incomodidad de la situación. Pensaba en Jake y en lo que diría si se enterara de esto. Prefirió callar.

- Bien, me iré a vestir. Es muy tarde y debo irme.

- …Está bien. Pero saca una polera de mi closet, la tuya está en la lavadora.

- …Gracias.

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